EL KARMA





Los hindúes creen en la rencarnación. La ciencia de la continuación de la existencia después de la muerte y piensan que nuestras acciones en esta vida, determinaran nuestra próxima vida.  Las acciones de vidas pasadas constituyen o conforman nuestro karma.
La vida actual no es más que la consecuencia de nuestras vidas pasadas, de la misma manera que sembramos y  es la calidad de las semillas que asegura la cosecha  en el futuro.
Para los hindúes la muerte es como un cambio de vestido, ya que el alma cambia de cuerpo de una manera similar, después de la muerte.  La meta del hindú es la unión del alma individual o Atman, con el alma cósmica o Paramatman.

En la víspera de la gran batalla, Arjuna, el más grande de los 5 hermanos Pandava,  comenzó a dudar de la necesidad de luchar, porque  en el campo adverso se encontraban sus propios primos.  Krishna se encuentra en el campo de batalla y es quien conduce a Arjuna, dándole durante ese momento un sublime discurso que constituye la Bhagavad Gita. La esencia de este discurso muy familiar a todos los hindúes es que el Karma crea el Dharma (las buenas acciones constituyen nuestra religión).
Hay una profunda creencia en el destino, lo que debe suceder, sucederá.   Pero esto no debe ser confundido ni con la pereza, ni con la fatalidad, son nuestras vidas pasadas la sombra de nuestra vida actual, y nuestra manera de actuar influenciara la vida presente.


Los Hindúes creen en los ciclos de la muerte y el renacimiento.  Se necesitan 52 millones de nacimientos  antes de nacer en un humano.  Una vez el nacimiento como humano es aqueridó, no se debe desperdiciar creando un Karma negativo, ya que esto generara una retrogradación en nuestra rencarnación.
La vida humana nos da la posibilidad de liberarnos del ciclo de muertes y nacimientos.  Este estado de liberación es lo que llamamos Nirvana o Moksha.
La liberación de esta vida eterna es extremadamente difícil debido al materialismo ilusionista del mundo, que nos impide ver o descubrir el verdadero conocimiento.
Esta ilusión se llama Maya, un mundo donde la riqueza, la prosperidad, el egoísmo, la envidia y las relaciones son fuente de tentaciones.

El hinduismo dice que nada es permanente en este mundo, como la flor de loto que nace en medio de aguas estancadas, cada individuo debe ir por encima de los deseos de Maya.  El reconocimiento de esta aspiración forma la base de las filosofías orientales como el hinduismo, el budismo y el jainismo.
No hay estrés en el modo de vida hindú, lo que no se pudo terminar en esta vida, en la próxima tendremos la oportunidad de cumplirlo.  Esto es un aspecto desconocido en las religiones y filosofías occidentales.


Conclusión: la esencia del Karma es que cosecharas lo que siembras.  El Karma de cada uno es hacer bien su deber, sin buscar los frutos, según la Bhagavad Gita.



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